10.5.08

Letras raras

Muchas veces he notado un insólita capacidad en algunos autores de blogs.
Llamativa, interesante, aunque más que nada curiosa.
Hay quienes tienen una mejor dicción (bah, no es dicción sino escritura, aunque tampoco es escritura sino una más adecuada manufactura, pero como me gusta la palabra dicción, uso esta última) al dejar un comentario en otro blog al que asiste periódicamente, que al escribir un post en su propio blog.
Son temporadas dirán...Mmm, no estoy tan de acuerdo.

Como el ser humano es un ente variable en sus emociones, en su capacidad de crecimiento y aprendizaje, en su habilidad (o inhabilidad) para adquirir conocimientos y hacer uso (o no) de ellos, no es de extrañar la intrincada metamorfosis que lleva a alguien a pretender armar su propio blog gestando escritos que, si bien tienen una esmerada confección, si caemos en las comparaciones -siempre odiosas, por cierto-, comprobamos que son más nutritivos los comentarios que aporta a aquellos otros blogs amigos (o no amigos, pero frecuentados de manera asidua).

Intentar definir tales actos (llamativos, por cierto) de la naturaleza humana puede dar lugar a infinitas conclusiones. Y en realidad, la mayoría de ellas estarían erradas ya que, sabemos, las opiniones siempre están tiznadas de una personal tendencia de quién las manifiesta. Por lo que es más aceptable, o al menos menos hincha pelotas, hacer caso omiso de tales opiniones.

Como suelo ser alguien que cree fervientemente en esta última acepción , no intentaré buscarles una categorización a quienes así actúan.
Pero sépanlo, yo muchas veces me embandero con ellos.
Y con mucha honra.